Introducción
¡No A La Informalidad En El Negocio! Uno de los elementos más distintivos de la cultura empresarial en América Latina, es la informalidad. Por alguna razón, nos repele la idea de registrarnos, ser legales frente al estado y contar con procesos estructurados dentro de la empresa. Para esta realidad existen miles de explicaciones y motivaciones, el desconocimiento es la primera de ellas, seguida por la falta de deseo por tributar lo que corresponde producto de la actividad económica que realizamos.
Amén de la razón, se trata de una práctica que nos atrasa bastante como región y sin duda retrasa nuestros negocios. Por mucho que nos estemos ahorrando en impuestos en una primera instancia, ese monto nunca se compara con el costo de oportunidad de perder trabajos por no estar debidamente formalizados, con una estructura empresarial saludable.
Informalidad en el negocio ante el estado
Empecemos por aquí, la informalidad ante el estado es tanta en nuestros países que según el Foro económico internacional, más del 50% de los empleados se encuentran en condiciones de informalidad. Y aunque la informalidad tiene diferentes implicaciones dependiendo de la nación, lo cierto es que hay un común denominador:
“La mayoría de la población laboral no tiene las condiciones de trabajo más idóneas”
Esa es por lo menos para mí, la principal implicación (además de la pérdida del dinero de los impuestos). Por eso, es imperativo que formalicemos nuestros negocios. A través de tener una empresa legalmente constituida adquieres beneficios y seguridades que la informalidad es incapaz de brindarte.
- Resguardas tu patrimonio personal y el de los tuyos.
- Limitas tu responsabilidad como persona física antes los empleados.
- Puedes optar por facilidades a las que como persona física sería bastante difícil acceder.
- Tienes la oportunidad de operar profesionalmente proyectos más significativos financieramente.
Informalidad en el negocio en lo interno
Por otro lado, tenemos el siguiente componente de la informalidad, que no es más que la falta de procesos y normativas dentro de la empresa. Cuando hablo de normativas, no me refiero necesariamente a un montón de reglas sin sentido y que nadie va a cumplir, sino más bien, a aquellos parámetros básicos que deben regir la convivencia de los trabajadores. Por ejemplo, sobretodo si eres un microempresario con 10 o menos empleados, conceptos como:
- Horarios de entrada y salida
- Horas de almuerzo
- Código de vestimenta
- Código de comportamiento y manejo de las herramientas de trabajo
Deben estar claros en tu mente y en la de cada uno de tus empleados o subordinados. Recuerda: Todo lo que das por sentado es lo que termina mordiendo tu trasero luego. La mejor forma de tener esto bajo control, es tomando un parámetro básico de alguna plataforma web y luego moldearlo como prefieras.
Mentiras de la informalidad en el negocio
Aunque muchas personas entienden que la informalidad en los negocios es todo ilegal, esto no necesariamente es así. Por cierto que parezca, existe un elemento que no necesariamente es considerado con justicia dentro de esta aseveración, y es el hecho de que muchas personas sencillamente ven sus labores como una forma de ganarse la vida y lejos de intentar dañar a alguien con lo que hacen, buscan sostener a los suyos.
De igual manera debemos entender que, por lo menos en términos de los empleados trabajando informalmente, nosotros como dueño o administradores de la empresa, tenemos la capacidad de cambiar esas dinámicas.
Conclusión
La informalidad en el negocio en ninguna de sus manifestaciones es algo a lo que como empresarios deberíamos aspirar. La meta debe ser poder contar con las condiciones para hacer que la empresa crezca y los empleados crezcan con ella. Si el siguiente artículo ha llamado tu atención y estás interesado en nuestros servicios o nuestras materiales didácticos, haz clic aquí
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