¿Cuál es el momento de inicio de la independencia humana? Esa, es una pregunta que yo me he hecho muchas veces y, lo cierto es que la única conclusión a la que he llegado, es que todo inicia en el momento en el que damos nuestros primeros pasos. No puedo decir que recuerdo cuando fueron los míos, pero si recuerdo los de mis primos, recuerdo ver las caras de mis tíos, llenas de gozo por semejante hazaña de sus vástagos.
gateando
Creo fielmente que el mismo sentimiento se tiene (aunque en menor medida), cuando vemos nuestro negocio florecer, a nuestros primeros clientes, proveedores y aliados. Es sin lugar a dudas una sensación que sin importar cuantas veces se viva, siempre tendremos las mismas emociones. Ahora bien, llegar a ese punto en donde estamos viendo estos hitos, no es tarea fácil. Las implicaciones de ver un negocio crecer van más allá de lo que cualquiera (incluyéndome), pudiera imaginar.
Una idea clara
Tener una idea relativamente clara de a que la empresa se va dedicar, es uno de esos primeros pasos antes de empezar. Se trata de definir, por lo menos medianamente, cuáles son los aspectos fundamentales en términos operativos sobre todo.
- A que se va a dedicar la empresa
- Cual es el valor agregado de la empresa
- Aspectos innovadores dentro de la idea de negocio.
Definir estos tres puntos te pondrán en una mejor posición de cara a las siguientes etapas del negocio. Es importante antes de pasar al siguiente punto, dejar claro que estos puntos antes expuestos, han de realizarse en un orden lógico de modo que haya un sentido en las operaciones y acciones.
Gateando más rápido
Después de que hay una idea clara, todo empieza a cobrar sentido, por lo menos en el nivel más básico. Esto implica que nuestros esfuerzos se han de ir encaminando hacia la formalización legal del negocio como tal, pero antes de llegar ahí, es un imperativo que tengamos un último elemento dentro de la estructura.
Un pequeño plan
El plan estratégico es un documento integrado en el plan de negocio que recoge la planificación económico-financiera, estratégica y organizativa con la que una empresa u organización cuenta para abordar sus objetivos y alcanzar su misión de futuro. Con esto podemos ver, que los primeros pasos de una empresa no siempre son como lo habiamos pensado.
Este concepto puede sonar intimidante y abordarlo parecería estar dedicado exclusivamente para aquellos con maestrías y doctorados, pero lo cierto es que no, todos estamos en capacidad de realizar un plan estratégico para nuestros negocios. Claro está, no será el mejor de los planes y seguro tendrá lagunas inmensas, aun así, solo debemos cerciorarnos de que tenemos los elementos básicos del mismo definido a la mejor de nuestra capacidades.
Elementos más básicos del plan
Como mencioné anteriormente, el plan estratégico es un paso que posee un grado de complejidad pero aun así, con estos siete elementos iniciales podemos ir dándole la mejor de las formas posibles.
- Visión: Este elemento tiene que estar definido de conformidad con lo que la empresa espera lograr en términos futuros. Existen dos enfoques fundamentales que podemos utilizar para redactar nuestra visión: El primero es el enfoque mercadológico, en donde la visión está más orientada a apelar a los aspectos más emocionales de las personas, mientras que el enfoque estratégico está más orientado a expresar en términos elaborados el ¿Para donde? y el ¿Cómo? De la organización.
- Misión: Me encanta definir la misión como el elemento dentro del plan estratégico de la empresa, que da un sentido de propósito en los días en los que la visión se ve lejana. Igual puede ser redactada desde estas dos corrientes, y evidentemente sobre la base de lo que la empresa persigue a nivel comunicacional.
- Valores principales: Este elemento a pesar de ser tan vital, es frecuentemente visto como un requisito a cubrir y nada más. La razón para ello, según mi humilde opinión y haciendo uso de lo dicho por Simon Sinek en una de sus conferencias, es por la manera en la que redactamos nuestros valores. La mayor parte del tiempo en este acápite, colocamos de tres a cuatro palabras y listo pero, ¿Como se ve eso en el dia a dia de la empresa? Es partiendo de esa pregunta que este propone que los valores sean redactados como oraciones afirmativas e imperativas dependiendo del contexto.
- Objetivos: Los objetivos estratégicos son la expresión concreta y operativa de lo que una empresa pretende alcanzar. Constituyen la guía de los propósitos de una organización. Partiendo de eso, se redactan tomando en consideración los siguientes criterios.
- Orientados a los resultados
- Específicos, claros y medibles
- Retadores
- Que permitan la retroalimentación y el control
- Pocos
- Prioritarios
- Enfocados en el largo plazo
- Competitivos
- Financieros y no financieros
- Plan de acción: Después de que hemos realizado todo lo anterior, lo único que nos falta, es crear un plan de acción que responda a las siguientes preguntas:
- ¿Qué? Las tareas a realizar.
- ¿Por qué? Explicar claramente la relación con los objetivos
- ¿Cómo? Los métodos a utilizar para la realización de las tareas
- ¿Con quién? El talento humano y las herramientas que necesito
- ¿Cuánto? El costo de todo lo anterior
- ¿Para cuando? Tiempo de entrega o culminación de la misma.
Para que podamos tener paz, es preciso recordar que el tiempo será un aliado en el proceso de refinación de este plan. Por eso, no tengas miedo a que las cosas no estén tan definidas en una primera etapa.
Registros legales el ultimo de los primeros pasos
El último de los primeros pasos es registrar legalmente la empresa de conformidad con las leyes del país. Este es un proceso que muchos pasan por alto y pagan el precio, debido a que no solo se ponen en una situación de peligro frente al estado, sino que también, perdemos oportunidades con empresas que no hacen negocios con organizaciones que no están registradas.
